LA PRIMERA ANUNCIACION
Yo quiero que ese niño nazca muerto, María
Poco me importa ser el padre de un salvador
O el santo que acompañe tu vientre
Tocado por las manos ásperas
De un dios egoísta.
Él
Pondrá sobre tu hijo una corona de espinas
Y lo llevará hacia la cruz de los traidores;
Lo llamarán:
El Rey de los judíos
Pero antes será arrastrado por Jerusalén
Y envidiado por Juan, el hijo de tu prima Isabel,
Que será llamado El Bautista
Que tampoco nace aún en esta tierra
Y tiene ya un destino miserable.
El Tuyo se llamará Jesús
Y le pedirá a un hombre que lo lleve a la gloria
Rogará a un tal Judas que lo entregue a los fariseos,
ÉL venderá su deshonra
Por un lugar en la mesa de los apóstoles
Para la eternidad.
lunes, 11 de febrero de 2008
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