lunes, 11 de febrero de 2008

PODESTÁ

LA PRIMERA ANUNCIACION


Yo quiero que ese niño nazca muerto, María

Poco me importa ser el padre de un salvador

O el santo que acompañe tu vientre

Tocado por las manos ásperas

De un dios egoísta.



Él

Pondrá sobre tu hijo una corona de espinas

Y lo llevará hacia la cruz de los traidores;

Lo llamarán:

El Rey de los judíos

Pero antes será arrastrado por Jerusalén

Y envidiado por Juan, el hijo de tu prima Isabel,

Que será llamado El Bautista

Que tampoco nace aún en esta tierra

Y tiene ya un destino miserable.



El Tuyo se llamará Jesús

Y le pedirá a un hombre que lo lleve a la gloria

Rogará a un tal Judas que lo entregue a los fariseos,

ÉL venderá su deshonra

Por un lugar en la mesa de los apóstoles

Para la eternidad.

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